viernes, 27 de junio de 2008

Fusión... Jorge Drexler

Dónde termina tu cuerpo y empieza el mío?
A veces me cuesta decir.
Siento tu calor, siento tu frío,
me siento vacío si no estoy dentro de tí.

¿Cuánto de esto es amor? ¿Cuánto es deseo?
¿Se pueden, o no, separar?
Si desde el corazón a los dedos
no hay nada en mi cuerpo que no hagas vibrar.

¿Qué tendrá de real
esta locura?
¿Quien nos asegura
que esto es normal?
Y no me importa contarte
que ya perdí la mesura
que ya colgué mi armadura en tu portal.

Donde termina tu cuerpo y empieza el cielo
no cabe ni un rayo de luz.
¿Que fue que nos unió en un mismo vuelo?
¿Los mismos anhelos?
¿Tal vez la misma cruz?

¿Quien tiene razón?
¿quien está errado?
¿Quien no habrá dudado
de su corazón?
Yo sólo quiero que sepas:
no estoy aquí de visita,
y es para ti que está escrita esta canción

Qué lástima pero adiós…

Me despido de ti y me voy…

Artículo para la revista Estética y Salud

No es fácil romper una relación de pareja. Viene un tiempo de soledad, tristeza y desapego de aquello que siempre se hizo entre dos. La parte más complicada es aquella en la que debemos aceptar que todo terminó y eso dependerá de la manera como se haya dado la ruptura y la personalidad de cada uno a la hora de asumirla
Maricarmen Cervelli N.

“Lo peor del amor es cuando pasa,
Cuando al punto final de los finales
no le quedan dos puntos suspensivos…”
Joaquín Sabina

Cuando una relación se termina, la gente entra en una especie de duelo, comienza a darse un proceso en el que la persona siente mucho dolor porque el otro ya no está. Pero todo, generalmente, se da por etapas. Según la Psicóloga Clínica Iliana París, lo primero que sufre una persona que rompe con su pareja es negación, un sentimiento en el que niega la realidad que está viviendo y piensa continuamente en las cosas que puede hacer para cambiar la situación. Si esta persona no tiene fuerza de voluntad, es posible que salga corriendo a buscar a su ex pareja para pedirle que vuelvan o en el peor de los casos, comienzan a darse conductas autodestructivas que sólo complicarán mucho más las cosas.
Sin embargo, una persona psicológicamente sana, atraviesa momentos muy difíciles durante esta etapa pero no sucumbe ante el dolor y pasa a una fase de culpa en la que piensa que no fue suficientemente bueno, que dejó de hacer algunas cosas, que no se esforzó lo suficiente para mantener la relación o que fue intolerante. Es en este momento cuando el duelo comienza a tomar nuevos matices, pues después de la culpa, pasa a sentir rabia. Ya no somos nosotros los responsables de la ruptura, sino el otro, y comienza a producirse un proceso de revisión y evaluación en el que hay nostalgias y tristeza pero mucho más control. Las personas en esta etapa están en la capacidad de comenzar a ver las cosas positivas que ha dejado la relación y los elementos negativos por los cuales se dio la ruptura. Es aquí cuando arranca el periodo de aceptación, mientras tanto, el camino puede ser arduo y va a depender de las condiciones emocionales y psicológicas de cada quien, de cuan apegado están y de las capacidades para soltarse.
“Este es un proceso muy individual que depende de las experiencias previas que se han vivido y del tipo de relación que se ha tenido”, explica París. Sin embargo, hay tiempos estimados, un proceso de duelo dura más o menos un mínimo de tres y un máximo de seis meses en condiciones normales. “El promedio indica que la gente en un periodo de seis meses esté en la fase de aceptación, más tranquilo y más abierto a conocer otro tipo de personas. Cuando se dura más de un año, se habla de que existe un duelo complicado y eso implica que hay otros elementos internos o externos que no le están permitiendo separarse o procesar lo que le está sucediendo”.
Por más difícil que sea, es importante que reconozcas que éste es un periodo de transición en el que vendrán tiempos mejores. La evaluación de lo que sucedió es muy importante para evitar repetir los mismos errores, no se trata de señalar culpables, sino de asumir con responsabilidad la parte que a uno le toca en el desarrollo de la relación, saber qué hiciste mal y aprender de eso sin sentir culpa. Todo este proceso es normal y no eres la única persona que lo está viviendo, muchos han pasado por este tipo de situaciones, por eso, no te reprimas y expresa tu tristeza hasta que ésta se acabe por completo. Quizás ahora no sirva de consuelo, pero como diría la abuela: “Nadie ha muerto por amor”.
Después de todo, vienen tiempos mejores
Vendrán nuevas etapas, reencuentros con viejos amigos y desenvolvimientos en nuevos ambientes. Tendrás más tiempo para emprender esos proyectos que no habías podido realizar, puedes estudiar, aprender un nuevo idioma, hacer ejercicio o un curso de algo que siempre has querido hacer y habías postergado por cualquier razón. Ocúpate de ti mismo y de tus cosas, reencuéntrate, toma aire, atrévete a estar solo en algunos sitios y llénate de ti mismo; emprende un viaje y descubre cosas nuevas, pero no te quedes en casa lamentándote por mucho tiempo, porque la vida no espera.
“Las posibilidades de una rápida recuperación están determinadas por el hecho de que cada quien se vaya para su esquina, elabore todo su proceso y las reacciones bajen, y se acomoden; pues si están constantemente viéndose o llamándose, sin poder desconectarse de sus amigos o de su entorno familiar o sintiendo que no podrán tener una nueva pareja, hay claros signos de que se han quedado enganchados en su relación”, asegura París.
Volver, volver… ¿Volver?
París indica que es factible la reconciliación sólo si cada uno ha pasado por un proceso individual y de transformación interna. Si siguen siendo exactamente los mismos, nada va a cambiar y se van a seguir repitiendo los mismos problemas y patrones de conflicto, pero si pasa un cierto tiempo en el que cada uno vivió otras experiencias y asimiló los errores del pasado, esta pareja podría volver, partiendo de que se pasó la pagina, sin retirar lo anterior pero evitando pasar factura por las situaciones que se dieron en el pasado.

Lo peor del amor... Joaquín Sabina

Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas,
el puré de reproches con sardinas,
las golondrinas muertas en la almohada.

Lo malo del después son los despojos
que embalsaman al humo de los sueños,
los teléfonos que hablan con los ojos,
el sístole sin diástole sin dueño.

Lo más ingrato es encalar la casa,
remendar las virtudes veniales,
condenar a la hoquera los archivos.

Lo peor del amor es cuando pasa,
cuando al punto final de los finales
no le quedan dos puntos suspensivos…

Poema: Lo peor del amor
Año: 2000
Letra: Joaquín Sabina

Dejando a un lado los cuentos de hadas

Hablar de amor de pareja es más complejo de lo que parece y más cuando nuestras creencias y necesidades se fundamentan en falsas premisas o en ideas distorsionadas de lo que debería ser una relación sana y perdurable cimentada en bases sólidas. Descubra todos aquellos mitos que hay detrás del amor de pareja

Artículo para Estética y Salud

Maricarmen Cervelli N.

1. Sin celos, no hay amor verdadero

Falso. Los celos son una manifestación de inseguridad personal. “Cuando confías en ti mismo, confías en el otro y no esperas ser traicionado o engañado, porque no dudas de tus fortalezas y virtudes”, afirma la Dra. Alcira Texeira, asesora psicológica. No sentir celos, no quiere decir que estemos menos enamorados de nuestra pareja, incluso, los celos intensos pueden llegar a dañar definitivamente una relación amorosa. Según la Especialista, los celos forman parte de una visión de carencia en la que el otro se percibe como un objeto que debe llenar nuestras necesidades y expectativas en todo momento y en todos los espacios. Si nuestra pareja no actúa como queremos, se producen extrañas sensaciones de desesperación e inseguridad que nos hacen pensar con frecuencia que nuestra otra mitad nos está siendo infiel.

2. La pareja debe contarse todo

Falso. Es vital saber qué cosas van a favorecer la relación y que cosas no van a contribuir con ésta, la confianza hay que protegerla por encima de todo pero hay cosas que hay que callar algunas veces siempre y cuando no implique un daño directo a la relación de pareja o ponga en juego la confianza de ambas partes. El ser transparentes algunas veces, puede producir situaciones dolorosas que pueden estropear la autoestima de algunas de las partes.

3. Para que una pareja funcione, sus miembros deben hacer todo juntos

Falso. Sería terrible vivir atados todo el tiempo. “Una relación llega a ser más nutritiva cuando cada uno promueve el crecimiento y la independencia del otro y su desarrollo personal en general”, explica la psicóloga. Hay unos espacios que deben ser compartidos pero eso no significa que tienen que estar juntos en todo y para todo, es necesario promover espacios propios dentro de la relación. “El amor por definición, es preocuparse y cuidar del otro y ese cuidado implica estimular su crecimiento y florecimiento personal. Tener a alguien amarrado a nosotros todo el tiempo compartiendo los mismos espacios, implica a largo plazo, inhibición y limitación”, concluye Texeira.

4. Una buena pareja está basada en el romanticismo

Falso. El romanticismo es propio de las primeras etapas de enamoramiento, pero con el tiempo la relación va cambiando y pasa a un plano de convivencia y cotidianidad donde cada uno comienza a mirarse tal y como es en realidad. Es en ese momento, cuando debemos decidir si realmente queremos estabilizar nuestra relación de pareja. “Por paradójico que parezca lo que mantiene una mayor conexión en la relación y lo que deriva en momentos de romanticismo, es compartir las actividades diarias más rutinarias”, afirma Texeira. Y aunque los cariñitos y besos son para muchos lo más importante, hay otros elementos de la relación que demuestran si lo que hay entre dos es realmente amor.

5. Los polos opuestos se atraen

Relativo. La psicóloga comenta que es importante que se compartan los valores básicos de la vida, las ideas filosóficas y los mismos principios éticos. Sin embargo, afirma que cuando dos personas son bastante iguales, una de las dos sobra, partiendo de la premisa de que el amor auténtico implica la integración de opuestos. Es importante que algunos intereses sean compartidos pero que se mantengan los espacios propios. No necesariamente una relación de polos opuestos fracasa porque tiene que haber cierta oposición para que ambas personas crezcan y este crecimiento deriva de la confrontación de ideas e intereses.

6. Si una pareja está enamorada, el sexo siempre va a ser bueno

Falso. Alguien puede estar muy compenetrado con su pareja y tener dificultades en el área sexual. En una relación completa, lo ideal es que todo vaya de la mano, pero es posible que la gente esté enamorada y el sexo no funcione porque hay disfunciones en alguna de las partes, por eso, es necesario buscar ayuda para resolverlo, pues el sexo es un área muy importante dentro del buen funcionamiento de la pareja.

1. Mientras haya amor, no habrá problemas.

Falso. Si realmente hay amor, es mucho más fácil solventar los conflictos. Pero “es necesario entender que donde hay amor hay dolor, porque el amor no sólo genera placer, satisfacción y gratificación, eso es sólo un lado; el amor también implica dolor, eso explica que algunas veces no soportemos a la persona que amamos”, afirma Texeira y agrega que para poder resolver los conflictos de pareja, debemos saber que el amor siempre tiene un lado negativo, el que menos nos gusta pero el que nos deja más aprendizajes y con el que debemos compartir. Siempre que se sepa manejar el conflicto y que se sea consciente de que una relación también incluye problemas, maduraremos, creceremos y nos fortaleceremos como personas. “El conflicto va a estar ahí porque la vida es dinámica, la gente es diferente, siempre va a haber algún punto sobre el que hay que discrepar y discutir, lo que hay que saber es como abordar y manejar ese conflicto, porque esa es la oportunidad para que cada quien aprenda a amar los aspectos normales de sí mismo y de los demás”, pero si alguien nunca desarrolla la habilidad de enfrentar los conflictos, entonces es mejor separarse.

2. Los que se quieren de verdad adivinan lo que el otro necesita

Nadie tiene una bolita de cristal para saber qué es lo que el otro necesita. Llegar a conocer a alguien, requiere mucho tiempo y cooperación. Por eso, en la medida en que se pueda ser más explicito en lo que se necesita o se quiere y en las cosas que hacen sentir bien, entonces nuestra pareja tendrá una mejor información para actuar en consecuencia. En este caso, la comunicación es muy importante, no podemos esperar que el otro adivine, debemos expresarnos, si no decimos lo que pensamos, nuestros deseos pueden ser pasados por alto o malinterpretados y aunque no nos den lo que pedimos, al menos sabremos que el otro está informado de lo que realmente queremos.

Fuente:
Alcira Texeira – Asesora Psicológica
0412 2139178

domingo, 15 de junio de 2008

De las mujeres y el fútbol

CUANDO TU NOVIO VE EL FUTBOL, TU NO EXISTES, A MENOS QUE QUIERAN ALGO DE TOMAR O DE COMER… GENERALMENTE, ESTÁN ACOMPAÑADOS DE SUS AMIGOTES HACIENDO ESCÁNDALO EN TU PROPIA CASA. AHÍ ES CUANDO TE DICEN: “MI AMOR, ¿POR QUÉ NO TE TRAES UNA RONDITA?... AH! Y APROVECHA Y PREPARA UNOS SANDUCHITOS O FRIETE UNOS TEQUEÑITOS…

SIN EMBARGO, TODAS PODEMOS USAR EL FUTBOL A NUESTRO FAVOR. ESE ES EL MOMENTO PERFECTO PARA PEDIRLES ALGO, PORQUE SIEMPRE TE DIRÁN QUE SI. LES PUEDES PEDIR QUE TE HAGAN UN CARIÑITO, QUE TE PRESTEN EL CARRO, TE DAN PLATA SIN PENSAR, PORQUE NO SE DAN CUENTA DE SUS ACTOS YA QUE SE VUELVEN UNOS AUTÓMATAS. TAMBIÉN PUEDES APROVECHAR PARA DARLES MALAS NOTICIAS COMO POR EJEMPLO QUE SU SUEGRA VENDRÁ DE VISITA, QUE CHOCASTE EL CARRO O QUE SOBREGIRASTE LA TARJETA DE CRÉDITO...

NO PIDAS QUE ELLOS CAMBIEN, PORQUE EL FUTBOL SIEMPRE SERÁ MÁS IMPORTANTE QUE TU, POR ESO, APRENDE A USARLO A TU FAVOR… AH! Y PENDIENTE, QUE SE TE ESTÁN QUEMANDO LOS TEQUEÑOS.