viernes, 27 de junio de 2008

Dejando a un lado los cuentos de hadas

Hablar de amor de pareja es más complejo de lo que parece y más cuando nuestras creencias y necesidades se fundamentan en falsas premisas o en ideas distorsionadas de lo que debería ser una relación sana y perdurable cimentada en bases sólidas. Descubra todos aquellos mitos que hay detrás del amor de pareja

Artículo para Estética y Salud

Maricarmen Cervelli N.

1. Sin celos, no hay amor verdadero

Falso. Los celos son una manifestación de inseguridad personal. “Cuando confías en ti mismo, confías en el otro y no esperas ser traicionado o engañado, porque no dudas de tus fortalezas y virtudes”, afirma la Dra. Alcira Texeira, asesora psicológica. No sentir celos, no quiere decir que estemos menos enamorados de nuestra pareja, incluso, los celos intensos pueden llegar a dañar definitivamente una relación amorosa. Según la Especialista, los celos forman parte de una visión de carencia en la que el otro se percibe como un objeto que debe llenar nuestras necesidades y expectativas en todo momento y en todos los espacios. Si nuestra pareja no actúa como queremos, se producen extrañas sensaciones de desesperación e inseguridad que nos hacen pensar con frecuencia que nuestra otra mitad nos está siendo infiel.

2. La pareja debe contarse todo

Falso. Es vital saber qué cosas van a favorecer la relación y que cosas no van a contribuir con ésta, la confianza hay que protegerla por encima de todo pero hay cosas que hay que callar algunas veces siempre y cuando no implique un daño directo a la relación de pareja o ponga en juego la confianza de ambas partes. El ser transparentes algunas veces, puede producir situaciones dolorosas que pueden estropear la autoestima de algunas de las partes.

3. Para que una pareja funcione, sus miembros deben hacer todo juntos

Falso. Sería terrible vivir atados todo el tiempo. “Una relación llega a ser más nutritiva cuando cada uno promueve el crecimiento y la independencia del otro y su desarrollo personal en general”, explica la psicóloga. Hay unos espacios que deben ser compartidos pero eso no significa que tienen que estar juntos en todo y para todo, es necesario promover espacios propios dentro de la relación. “El amor por definición, es preocuparse y cuidar del otro y ese cuidado implica estimular su crecimiento y florecimiento personal. Tener a alguien amarrado a nosotros todo el tiempo compartiendo los mismos espacios, implica a largo plazo, inhibición y limitación”, concluye Texeira.

4. Una buena pareja está basada en el romanticismo

Falso. El romanticismo es propio de las primeras etapas de enamoramiento, pero con el tiempo la relación va cambiando y pasa a un plano de convivencia y cotidianidad donde cada uno comienza a mirarse tal y como es en realidad. Es en ese momento, cuando debemos decidir si realmente queremos estabilizar nuestra relación de pareja. “Por paradójico que parezca lo que mantiene una mayor conexión en la relación y lo que deriva en momentos de romanticismo, es compartir las actividades diarias más rutinarias”, afirma Texeira. Y aunque los cariñitos y besos son para muchos lo más importante, hay otros elementos de la relación que demuestran si lo que hay entre dos es realmente amor.

5. Los polos opuestos se atraen

Relativo. La psicóloga comenta que es importante que se compartan los valores básicos de la vida, las ideas filosóficas y los mismos principios éticos. Sin embargo, afirma que cuando dos personas son bastante iguales, una de las dos sobra, partiendo de la premisa de que el amor auténtico implica la integración de opuestos. Es importante que algunos intereses sean compartidos pero que se mantengan los espacios propios. No necesariamente una relación de polos opuestos fracasa porque tiene que haber cierta oposición para que ambas personas crezcan y este crecimiento deriva de la confrontación de ideas e intereses.

6. Si una pareja está enamorada, el sexo siempre va a ser bueno

Falso. Alguien puede estar muy compenetrado con su pareja y tener dificultades en el área sexual. En una relación completa, lo ideal es que todo vaya de la mano, pero es posible que la gente esté enamorada y el sexo no funcione porque hay disfunciones en alguna de las partes, por eso, es necesario buscar ayuda para resolverlo, pues el sexo es un área muy importante dentro del buen funcionamiento de la pareja.

1. Mientras haya amor, no habrá problemas.

Falso. Si realmente hay amor, es mucho más fácil solventar los conflictos. Pero “es necesario entender que donde hay amor hay dolor, porque el amor no sólo genera placer, satisfacción y gratificación, eso es sólo un lado; el amor también implica dolor, eso explica que algunas veces no soportemos a la persona que amamos”, afirma Texeira y agrega que para poder resolver los conflictos de pareja, debemos saber que el amor siempre tiene un lado negativo, el que menos nos gusta pero el que nos deja más aprendizajes y con el que debemos compartir. Siempre que se sepa manejar el conflicto y que se sea consciente de que una relación también incluye problemas, maduraremos, creceremos y nos fortaleceremos como personas. “El conflicto va a estar ahí porque la vida es dinámica, la gente es diferente, siempre va a haber algún punto sobre el que hay que discrepar y discutir, lo que hay que saber es como abordar y manejar ese conflicto, porque esa es la oportunidad para que cada quien aprenda a amar los aspectos normales de sí mismo y de los demás”, pero si alguien nunca desarrolla la habilidad de enfrentar los conflictos, entonces es mejor separarse.

2. Los que se quieren de verdad adivinan lo que el otro necesita

Nadie tiene una bolita de cristal para saber qué es lo que el otro necesita. Llegar a conocer a alguien, requiere mucho tiempo y cooperación. Por eso, en la medida en que se pueda ser más explicito en lo que se necesita o se quiere y en las cosas que hacen sentir bien, entonces nuestra pareja tendrá una mejor información para actuar en consecuencia. En este caso, la comunicación es muy importante, no podemos esperar que el otro adivine, debemos expresarnos, si no decimos lo que pensamos, nuestros deseos pueden ser pasados por alto o malinterpretados y aunque no nos den lo que pedimos, al menos sabremos que el otro está informado de lo que realmente queremos.

Fuente:
Alcira Texeira – Asesora Psicológica
0412 2139178

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