domingo, 26 de octubre de 2008

Libros y lectura al alcance de todos

Una biblioteca para cada escuela

Con el programa “Donando libros y fomentando la lectura”, C.A. Industria Venezolana Electro Técnica (CAIVET), pone su granito de arena para incentivar la lectura de sus trabajadores y familiares a través de la donación de bibliotecas en diferentes escuelas de las comunidades donde se desempeñan

Maricarmen Cervelli N.

El año pasado, la Unidad Escolar Carmen Ruíz de Charallave, recibió una gran sorpresa, montones de libros llegaron como por arte de magia a llenar los estantes de una nueva biblioteca. Como nunca antes, el colegio contaba ahora con un espacio para la lectura, lleno de libros de diversos temas y para los más variados gustos.
Desde entonces, la rutina escolar ya no es la misma. La profesora Flora Olivo, encargada de la biblioteca del plantel, recorre la escuela aula por aula con un carrito cargado de libros, les enseña el material a los niños, les pregunta qué les gustaría leer y así, negocia con ellos diariamente y los pone a leer a todos.
“A los más pequeños les gustan los cuentos cortos con mensajes bien bonitos, otros leen sobre experimentos y a los más grandes, les gusta las biografías”, comenta emocionada la maestra Flora, quien creó con niños de 1ero a 6to grado, un libro gigante que recoge las experiencias de cada uno después de haber leído algún ejemplar de la nueva biblioteca. Ese libro lleno de mensajes, poemas y dibujos es hoy una obra maestra que descansa en esa gran biblioteca del Colegio Carmen Ruíz.
Su directora, Evelin González, comenta lo maravillosa que ha sido esta experiencia y lo receptivos que han sido los niños con este nuevo proyecto. Muchos preguntaron dónde estaban los libros de Harry Potter, lo que hizo que la saga completa de este mago de los sueños fuera incorporada a cada una de las bibliotecas, porque no sólo Charallave se ha beneficiado con este proyecto, cuatro escuelas más, entre las que cuentan la Unidad Escolar Isaura Correa, en las Adjuntas; la Escuela Bolivariana Claudio Feliciano de Macarao, la Unidad Escolar Estadal Félix Manuel Luces, en Santa Teresa del Tuy; y la Escuela Nacional Pitahaya, en Ocumare del Tuy, también disfrutan de su gran biblioteca.
“Les doy las gracias porque a esta escuela también le faltaban un montón de libros. Cuando mandaban algo, teníamos que salir de aquí para poder buscarlo, pero ahora vamos para la biblioteca de la escuela y conseguimos los libros y hacemos la tarea”, dice Oscar Fuentes, estudiante de 6to grado de la escuela Félix M. Luces.
El norte: fomentar la lectura
En junio de 2007, CAIVET emprendió un proyecto social instalando una biblioteca en cada una de sus plantas para así poder acercar a sus trabajadores a la lectura. Más adelante, con el apoyo de la Editorial Santillana, se hizo un estudio de las escuelas de los hijos de sus trabajadores y a partir de ahí, decidieron trabajar en conjunto para dotar de bibliotecas a cinco escuelas cercanas a las sedes de la empresa.
Magali Suárez, Directora Comercial de Editorial Santillana, apuntó que no sólo basta con instalar las bibliotecas y dotarlas de libros, también es necesario asegurarse de que están siendo realmente aprovechadas por los trabajadores, estudiantes, docentes y por la comunidad en general. Por eso, junto a la donación, se brindó formación técnica para el manejo de las bibliotecas mediante talleres impartidos a docentes y trabajadores de CAIVET. “Los talleres son una excelente oportunidad para compartir ideas acerca de la mejor forma de incentivar la lectura entre los niños”, asegura la maestra Belkis Morales, mientras que Linda Martínez, mamá de un estudiante de la Escuela Félix M. Luces, muy alegre por los libros y los talleres, afirmó que le gustaría que este tipo de programas se extienda a otros lugares. Y es que a los ojos de muchos, el programa desarrollado por CAIVET puede convertirse en una referencia para el mundo empresarial venezolano.
Club de lectores entre los más pequeños

En la U.E. Carmen Ruíz, se puso en marcha un novedoso plan de lectura que dio como resultado la creación de un club de lectores, donde los participantes comparten la comprensión de los textos leídos de una manera muy peculiar, pues lo hacen a través de dramatizaciones, composiciones y creaciones adaptadas a sus gustos y preferencias. Muchos no dramatizan ni escriben, más bien, dibujan y con eso expresan lo que entendieron del libro que acaban de leer.
El Dato:

Aproximadamente, 7.284 niños y 209 docentes, se benefician de este proyecto al tener acceso a 1.146 títulos, además de un carrito de lectura que le permite a los docentes llevar los libros a sus propios salones de clases.
Artículo publicado en El Nacional, Suplemento de Responsabilidad Social Empresarial