miércoles, 14 de mayo de 2008

A mi amigo Monteagudo

Ayer, a plena luz del día, recibí una muy mala noticia. No podía creerlo, hace dos semanas había visto a mi amigo y compañero de trabajo Gustavo Monteagudo, desfilar con su laptop por los pasillos de FM Center mientras sonreía con gran tranquilidad. Hace dos semanas lo vi dentro de la cabina, terminando su programa y nombrando a cada uno de sus clientes con sumo cuidado, como solía hacerlo... Pronunciaba con cuidado cada una de sus palabras y su voz era una muestra de excelencia y de experiencia.

"No quiero comiquita", "Talento iberoamericano", "y lo escuchas aqui por Hot 94", eran las frases que solía repetir todos los días en su programa de radio. Lo escuchaba casi a diario, era un tipo tranquilo y tenía un humor especial. Lo conocí hace tiempo cuando comencé a transitar este maravilloso mundo de la radio, y desde ese momento, ya daba muestras de lealtad al oficio: Monteagudo nunca se rindió, hasta ayer.

Como a todos, esto nos agarró por sorpresa. Mañana ya Monteagudo no me entregará la cabina para hacer mi "Pan Caliente" de siempre, mañana estará otro ahi sentado en su silla, mientras pasa todo este torbellino de emociones que se pasean de aqui para allá en la radio.

Amigo... me quedé con tu grabadora y con una gran sensación de vacío por no haberte visto cuando debía. Me quedé con la duda de qué hubiese pasado si otra fuese la historia, me quedé muy triste, no puedo decir ahora que morir era lo mejor para ti porque me cuesta creerlo y aceptarlo. Sin embargo, estoy segura de que así lo decidiste tu y eso es lo más importante al fin y al cabo.

Gustavo, donde quiera que estés, dejaste huella en nosotros y aunque el show debe continuar ya nada será igual sin ti...

No hay comentarios: